100 años acompañándote a la mesa

 

MÁS DE 100 AÑOS DE HISTORIA

En Redondo Iglesias hemos conmemorado nuestro Centenario en 2020. Hemos querido celebrarlo centrándonos en la filosofía de nuestra compañía, que no es otra que seguir haciendo las cosas como hace 100 años, silenciosos, como nuestras bodegas a más de 1200 metros de altitud, y tranquilos como los parajes de robles y pinos que rodean nuestra planta de ibéricos en Candelario (Salamanca).

Elaboramos todos nuestros productos con las recetas tradicionales que hemos ido atesorando y perfeccionando tras cuatro generaciones de cariño y dedicación a nuestro oficio.  Respetando siempre la tradición ancestral heredada de Antonio Redondo y Anastasia Iglesias, fundadores del negocio familiar germen del Redondo Iglesias actual.

El joven matrimonio se establece en Valdelacasa, aldea chacinera  situada junto a Guijuelo al sur de Salamanca, allá por el año 1920. Comienzan a elaborar  jamones y embutidos ibéricos con cerdos ibéricos criados en las dehesas de la zona hasta hacerse con un merecido reconocimiento y prestigio en las mejores mantequerías y charcuterías de Madrid y Barcelona. En los años 50 su único hijo varón, Gregorio Redondo, asume el pequeño negocio, se muda a Guijuelo y después en los 60 emigra a Valencia. Tras unos duros comienzos, expande el negocio sumando a la producción de ibéricos que permanece en Salamanca, toda la gama de Serrano que comienza a elaborar en Utiel. Gregorio tiene claro que la única forma de prosperar es ofrecer un producto de calidad y seguir con la receta originaria de sus padres además de trabajar duro. Y así lo hace …

El negocio va creciendo y la familia crece con él. Los hijos de Gregorio y Sagrario, Antonio, José María, Miguel Ángel y Mario, se incorporan paulatinamente a la empresa que Gregorio, Sagrario y su hermana Maria Teresa están manteniendo con su esfuerzo para trabajar en aquello que les apasiona y que llevan viviendo desde su niñez. «Mis hermanos y yo nos criamos entre jamones, oyendo a mi padre en casa y observando cómo se hacían por entonces», declara Mario Redondo, CEO de la compañía, quién apunta «y ese ha sido nuestro éxito después de un siglo: no alterar nada, criar a los cerdos como antes y elaborar nuestros productos de la misma forma que lo hacía mi abuelo».

Trayectoria
Candelario blanco y negro

Después de 100 años, Redondo Iglesias es un referente en el sector del ibérico y serrano.  Nuestra Marca tiene presencia en más de 25 países repartidos por 4 continentes. Además fue una de la primeras compañías que en 1997  homologar en el USDA su proceso productivo para vender jamón a EEUU. Hoy sigue siendo un mercado en el que la marca está muy bien posicionada. En España cuenta el magnífico enclave de su planta de Candelario (Salamanca), donde elaboramos todos los ibéricos,  otra en Utiel, donde se curan los serranos, y la sede central y plataforma logística en Quart de Poblet (Valencia). También hay que mencionar la dehesa cerca de Herrera del Duque (Badajoz), donde todos nuestros cerdos ibéricos son criados en libertad con una alimentación natural.

Fuera de España cuenta con una planta de elaboración de embutidos y sala de loncheado en el área de Montreal (Canadá) para abastecer al mercado norteamericano.

Después de tanto tiempo, el único objetivo de Redondo Iglesias es seguir ofreciendo un producto de calidad, natural y artesano con la misma fórmula que hace 100 años y con el sabor de entonces. Un compromiso también social y de entorno, atendiendo a nuestro consumidor y ofreciéndole una alimentación más saludable y sostenible.

Queremos dejar patente que Redondo Iglesias es consciente que ha llegado donde está gracias a todos vosotros y por eso «celebramos contigo 100 años».